lunes, 22 de octubre de 2012

You've got that one thing.


(NARRA ANGIE)

-          En algo más de medio mes –le contesté.
-          Podrías volver unos días hasta que empieces –me dijo con tono apenado a través del teléfono.
-          Estamos conociendo esto un poco para luego sentirnos más cómodas cuando empecemos David, no voy a poder –me excusé. La verdad es que le echaba de menos pero en estas condiciones prefería quedarme en Londres antes que volver a Brighton.
-          Entonces intentaré escaparme un fin de semana del trabajo para verte antes de que empieces. –Sonreí.
-          Te haré un sitio en el apartamento si decides venir un par de días –le dije.
Unas cuantas cosas más y colgué, tenía que volver al trabajo, ya había terminado mi media hora del almuerzo.
Volví a la tienda y coloqué el cartel de ‘abierto’ de nuevo. Me faltaban casi cuatro horas para que mi otra compañera me relevase y pudiese salir de allí. Suspiré.
Me senté en la silla de la mesa y comencé a dar vueltas en ella pensando en todo y nada. ¿Qué había pasado estos dos días anteriores? Había salido con mis ídolos pero me sentía como si nada de eso hubiese pasado, no entraba en mi cabeza.
‘Tres días’ pensé después. Arrugué mi nariz mientras movía mis labios apretados a un lado y otro de la cara.
Una risa algo escandalosa me sacó de mis pensamientos.
-          ¿Qué te pasa en la cara? –me preguntó divertida.
-          ¿Qué te pasa en el cerebro? –dije riendo a mi amiga.- Hola Laura –saludé levantándome de la silla para intercambiar un beso en la mejilla.
-          Mira lo que te hemos comprado –dijo Melisa emocionada. A mí también me hacía ilusión la verdad, me encantaban los regalos.
Me acercó una bolsa y la abrí nerviosa. Un vestido precioso se encontraba en ella. Era una tela fina amarilla, un amarillo delicado y fino. Tenía una preciosa caída hasta un par de centímetros antes de la rodilla, calculaba. Una fina goma lo ajustaría a mi cintura y se sujetaba con sólo un tirante. Simplemente precioso.
-          Pe-pero si yo no…
-          Cállate y acéptalo –me cortó mi amiga.
-          Pensamos que te quedaría mucho mejor que a nosotras –dijo Laura sonriendo.
-          ¿Para qué es? No tenemos nada importante que hacer –me quejé, quería estrenarlo lo antes posible.
-          Claro que sí, mañana por la noche, que será viernes, tenemos una cena con Liam Payne, Niall Horan y Zayn Malik –me dijo Mel de forma interesante haciendo que mi boca se abriese de par en par. Laura soltó una pequeña risa que hizo que mis mejillas tomasen color por mi comportamiento.
-          Luego saldremos a un bar bastante conocido del centro, tiene buenas salas VIP así que no nos tendremos que preocupar de las fans y demás –dijo Laura.
-          Guay ¿qué dices Angels? –me preguntó mi amiga. Sacudí un poco mi cabeza.
-          Perfecto –sonreí como una estúpida.- Pero yo no puedo…
-          Joder, que pesada –susurró Mel haciéndome reír.
-          ¿Qué pasa? –preguntó Laura.
-          Se queja por el dinero, aún no se le mete en la cabeza que la podría comprar una isla con el mío –explicó alterada mi amiga.
-          Y a ti no se te mete en la cabeza que no quiero tu dinero, no vas a pagarme todo Melisa –puso sus ojos en blanco.
-          Bueno, yo colaboro –dijo Laura sonriente.- Además, no es tan caro y los chicos nos pasarán –dijo guiñándome un ojo.
Me paré un segundo a pensar. ‘Los chicos nos pasarán’. Iba a ir con ‘los chicos’ es decir, mis chicos a una discoteca, zona VIP, con ellos. Noté como mi respiración se aceleraba. No terminaba de creer esta situación, no podía.

(NARRA MEL)

Anduve por aquellas calles durante media hora en compañía de Laura. Paramos en un restaurante a comprar algo de comida para los chicos antes de llegar al estudio. Yo no quería ir, me iba a sentir incómoda por la presencia de Harry, pero Laura parecía emocionada de que fuese con ella y casi me arrastró hasta allí.
-          Hola señorita  –saludó una mujer en la entrada- ¿quiere que avise a su novio de que se encuentra aquí? –preguntó levantando el teléfono.
-          Oh, no hace falta Regina  –la contestó ella dirigiéndose ya hacia el ascensor. Yo la seguí, ignorando lo que seguía diciendo la recepcionista.
-          ¿Vienes mucho aquí? –la pregunté.
-          A veces cuando tengo día libre y Liam tiene que trabajar paso a verle. –Sonreí.
-          ¿Es muy difícil mantener una relación así? –pregunté.
-          Bueno, es más complicado de lo normal pero la verdad es que Liam lo hace bastante sencillo.  
La puerta del ascensor se abrió cortando nuestra conversación y llegamos a una sala muy espaciosa. Sólo se encontraba allí Niall quien entonaba algunos acordes con su guitarra.
-          Hola –saludó emocionado.
-          Hola Niall –respondió Laura con un beso en su mejilla para después pasar yo a saludarle.- ¿Sabes dónde están los demás?
-          Bajaron a comer, yo ya no aguantaba así que lo hice antes –rió levemente.
-          Vale, voy a bajar a buscarles, os habíamos traído algo de comida –dijo ella dejando la bolsa encima de una pequeña mesa.
-          ¡Genial! Mi estómago la aceptará encantado –dijo y reí.
-          ¿No dijiste que acababas de comer? –pregunté.
-          Ya le irás conociendo –comentó Laura abriendo la puerta.
Salió y yo me senté al lado de Niall.
-          Wow, bonito instrumento –le dije mirando su guitarra. Era acústica, beige con algunos tonos más oscuros en los laterales.
-          Esta es mi preferida –dijo y le sonreí.
-          ¿Componías? –pregunté.
-          No, jugaba un poco a ver si salía algo que sonase bien.
-          Así que componías –se rió.- Tócame algo, alguna canción o algo tuyo –le pedí.
-          Algo mío –dudó- mejor una canción.
-          Vale –dije emocionada.
Se paró un segundo a pensar y comenzó a tocar algunos acordes. En cuanto pasaron unos segundos sabía la canción que era, sonreí.

(NARRA HARRY)

Subí a la sala antes que los demás, no me apetecía comer mucho, luego cogería algo de la cafetería.
Abrí la puerta y me frené en seco nada más hacerlo.
-          Jugaba un poco a ver si salía algo que sonase bien –le decía Niall a ella.
-          Así que componías –aclaró, sonreí inconscientemente ante su comentario.- Tócame algo, alguna canción o algo tuyo.
-          Algo mío –no iba a tocarle nada suyo, seguramente alguna canción ñoña.- Mejor una canción.
-          Vale –ella se giró un poco sobre el sofá. Estaban de espaldas a mí así que no me verían.
Él comenzó con unos acordes y una sonrisa se dibujó en la cara de Melisa. Yo ya sabía que canción era, Give Me Love de Ed.
Me apoyé sobre el marco de la puerta viendo el panorama pero entonces una voz comenzó a cantarla. Era su voz, la voz de Melisa. Esto me pilló por sorpresa y mi cuerpo se tensó ante la situación.

Give me love like her, ‘cause lately i’ve been waking up alone. Paint spotted tear drops on my shirt. Told you I’d let them go.

 Los ojos de Niall se abrieron de par en par pero no dejó de tocar. Realmente su voz era buena, fina, delicada. Nada del otro mundo pero a mí por alguna razón me tenía absorto.

And i’ll fight my corner, maybe tonight i’ll call ya. After my blood turns into alcohol. No I just wanna hold ya.
Give a little time to me, we’ll burn this out. We’ll play hide and seek, to turn this around. All I want is the taste that your lips allow. My my, my my, give me love. My my, my my, give me love.

Me encontraba perdido, perdido entre la melodía que su voz formaba. Las palabras que componían aquella canción estaban listas para salir de mi garganta dejándola impresionada pero no podía, no reaccionaba ante las órdenes que mandaba mi cerebro.




- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 



Os adoro.

viernes, 12 de octubre de 2012

But in your eyes i saw how you were looking at me.


(NARRA HARRY)
La dejé pasar primero para después seguirla.
-          ¿Sabes en qué mesa están? –preguntó ella.
-          Supongo que en la de siempre, al fondo –la contesté.
Cruzamos hasta llegar a aquella mesa medio escondida. Mi sorpresa fue encontrar allí a Melisa con Liam. ¿Qué hacía ella allí? ¿Y Niall? En realidad no me desagradaba que estuviese, jugaría un rato más.
-          Por dios, ¡Mel! ¿Dónde te has metido? –dijo incrédula Laura. Fruncí el entrecejo. Al parecer los tres la conocíamos de antes.
-          ¡Vaya, estás increíble! –dijo ella abrazándola.- Pues ya ves, estuve por Australia el resto del verano y ahora no me vas a perder de vista, me quedo aquí a estudiar –sonrió.
-          ¡Venga ya! ¡Tú lo sabías! –acusó a Liam.
-          No, ni idea, la encontré ayer en el concierto privado.
Laura se acercó para dar a Liam un beso corto y se sentó al lado de Melisa comenzando una inacabable conversación.
-          Harry, ¿no saludas? –dijo Liam.
-          Claro –contesté. Rodeé la mesa y me agaché un poco para besar la mejilla de Melisa inspirando su aroma. Ella ni siquiera me miró. Me senté al lado de Liam llamando a la camarera para pedir algo de desayuno.
-          ¿Cómo que te quedas? ¿Qué estás estudiando? –preguntó Laura interesada. Liam apoyó sus brazos sobre la mesa mostrando así también gran interés mientras yo procuraba deshacerme de todo rastro de éste.
Entonces entró Niall con Zayn agarrando una silla y colocándose cada uno a un lado de la mesa.
-          Pues acabo de entrar a Empresariales –contestó ella.
-          ¿Empresariales? No te pega nada –dijo Laura riendo- Creí que harías psicología o algo así –todos empezaron a reírse y una vez más yo me quedé callado con mi mirada clavada en ella intentando intimidarla. Pero ¡demonios! No lo conseguía.
-          Bueno, mis padres tienen algo que ver –dij. Liam la sonrió, parecía darla apoyo.- Además no está mal, es interesante.
-          Necesitas idiomas para esa profesión ¿no? –preguntó ella.
-          Sí, ayudan mucho en las opciones de trabajo, aunque no es problema.
-          ¿Qué idiomas hablas? –preguntó interesado Zayn.
-          De momento hablo con soltura español, inglés, portugués e italiano. Ahora estoy estudiando alemán y francés. –dijo dejándonos a todos impresionados.
-          Yo puedo ayudarte con el francés –dije provocando al fin su mirada. Iba a contestarme, además con no muy buena cara, pero alguien se la adelantó ignorando el doble sentido de mi propuesta.
-          Yo puedo enseñarte urdú –cortó Malik- es bastante útil en negocios, hay grandes jeques árabes que manejan mucho dinero, y es un idioma muy común entre ellos.
-          Y yo Irlandés, adornaría el currículum –dijo Niall haciendo que unas risas acompañasen la conversación.
-          Muchas gracias chicos, si saco algo de tiempo os obligo a darme clases –dijo divertida.
Pasó la hora que nos quedaba antes de entrar al estudio y por supuesto su mirada no volvió a dirigirse a mí hasta que nos despedimos. Era frustrante, exigía una mirada por su parte, una mirada para poder atraparla otra vez, ya la deseaba en mi cama y la iba a tener, de eso estaba seguro.
(NARRA MELISA)
-          ¿Ahora qué vas a hacer? –me preguntó Laura con su bonita sonrisa para después acabar con su café.
-          Nada. No tengo trabajo, aún no tengo clases y no tengo planes. –Contesté riendo.
-          ¡Vamos de compras! –sonreí.
-          Bueno –contesté.
-          Venga Mel, sé que en realidad te gustan, no me engañas, intentas dar esa imagen pero eres como cualquiera de nosotras, te mueres por unos trapitos nuevos –estallé en una pequeña carcajada.
-          Me has calado –me reí levantándome. Dejé un par de billetes que llegaban de sobra a lo que habíamos desayunado las dos y salimos por la puerta.
Llegamos a pleno centro, aún era pronto y si a eso le sumas que era día laboral, había un cuarto de la gente normal en la zona de tiendas.
Arrasamos con la primera tienda. No podía con una bolsa más. Pantalones, vestidos, faldas, camisetas y zapatos de todos los tipos ocupaban las bolsas de mis manos.
-          Me gusta tu estilo, es diferente –dijo ella.
-          Ya verás –contesté.
Nos dirigimos a mi piso. Entramos y la llevé a mi vestidor soltando las bolsas en un lado de este. Su boca casi se desencajó al ver tal cantidad de ropa y una carcajada bastante sonora salió de mi garganta.
-          ¡Madre mía! –exclamó.- Esto es mejor que una tienda.
-          No exageres –dije entre orgullosa y avergonzada.
-          ¿Qué no exagere? Eres una obsesa, admítelo –me reí.
-          Puedes pedirme lo que sea si algún día necesitas ropa o te gusta algo –la ofrecí saliendo del vestidor hacia la cocina.
-          Apuesto que me podrías dejar hasta un vestido de novia –bromeó desde allí examinando algunas prendas.
Preparamos un par de sándwich por el desgaste de las compras y lo comimos con tranquilidad en la cocina. Era un lugar que me encantaba, amplio, luminoso, relajante.
Hablamos, reímos, nos divertimos y me contó cómo había ido su vida últimamente. No la veía desde que no veía a Liam,  cuando la conocí.
-          He escuchado que se van en tres días –dije. Sonrió apenada.
-          Por algo más de dos meses –siguió.
-          ¿No te acostumbras a que se vaya tanto? –pregunté intrigada.
-          No, realmente no te puedes acostumbrar a ver como tu novio se va tanto tiempo fuera aunque sepas que volverá a pasar.
-          Bueno, puedes ir a visitarlo –dije animándola.
-          Sí, ya tengo planeado cuando será. En algo más de un mes. Hay un par de días festivos y caen en Jueves y Viernes así que aprovecharé para escaparme ese pequeño puente –dijo feliz.
-          Perfecto entonces –agarré mi vaso terminando con el agua que había en él.
-          ¡Ah! –chilló haciendo que me atragantase casi echando el agua- ¡vendrás conmigo!
-          Sí, claro Laura –dije riendo. Agarré el vaso con mi plato y lo deposité en el fregadero. Me giré a por lo suyo.
-          Que sí. Mira, el puente también es para estudiantes y podremos arrasar de compras por allí las dos mientras los chicos ensayan.
-          Sí, y mientras tú sales con Liam yo me entretengo haciendo ganchillo  –dije fingiendo entusiasmo. Se rió.
-          Puedes salir con los demás, esos cuatro días los chicos estarán en Grecia, hará buen tiempo aún y he oído que allí hay unas playas y fiestas increíbles.
-          Sí, has oído bien –dije riendo.
-          ¿Cómo sabes?
-          Viajo mucho –concluí.- ¿Por qué van a estar los cuatro días allí? Hay muchos países
-          Ya pero han dividido la gira en dos, después de estos dos meses volverán aquí un par de semanas y luego se irán otra vez, otro mes. –Asentí. Nos dirigimos hacia la sala de estar.
Miré hacia la gran ventana y noté como Laura encendía la gran pantalla luchando por entender el mando a distancia.
-          Entonces vendrás ¿no? –me preguntó con esa sonrisa traviesa.
-          No sé, no creo que sea adecuado.
-          Piénsalo al menos.
Que lo pensase decía. Estaría cuatro días con tres chicos que apenas conocía, con mi mejor amigo que estaría demasiado ocupado con su novia, y por último con Harry que no le aguantaba.
Ella golpeó mi brazo suavemente.
-          Mira el mensaje –me indicó mostrándome su móvil.
Enséñale esto a Melisa: ¿recuerdas el día que comenzaste a confiar en mí? –Harry.
Levanté la mirada de la pantalla y Laura se encogió de hombros.




- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 



OS ADORO.

sábado, 6 de octubre de 2012

You make my heart race.


(NARRA ANGIE)
Miré como Harry salía del restaurante dejándonos a los demás totalmente descolocados por la escena de hacía unos minutos.
-          ¿Por qué crees que hizo eso? –pregunté a Niall.
-          Parece que se conocen –dijo algo confundido también.- En cualquier caso, prefiero hablar sobre ti –dijo girándose un poco y fijando su mirada en la mía.
Mis mejillas tomaron color y sonreí como una estúpida.
-          Lo siento pero creo que será mejor que me vaya –su expresión cambió.- Mañana tengo que trabajar y ya es tarde –dije.
-          Vale, ¿nos veremos?
-          Claro –sonreí. Me levanté pero su mano agarró suave mi muñeca.
-          ¿Pronto? –mi sonrisa se engrandeció. Asentí y me despedí de todos saliendo del restaurante.
Tomé aire y empecé a caminar hacia el piso.
Una de mis compañeras estaba allí molestando como siempre pero la ignoré y me dirigí a la ducha para después meterme en la cama a descansar con, por supuesto, una sonrisa en mi cara.
Circles, we going in circles, dizzy Is all it makes us know every takes us we’ve been before…
Agarré mi móvil dormida sin darme cuenta de que ese tono lo tenía para llamadas y no como despertador. Lo aporreé pero éste seguía sonando.
-          ¿Angels? –mis ojos se abrieron de par en par al escuchar una voz a lo lejos hablarme.- ¿Estás ahí?
-          Sí, aquí estoy –contesté apoyando mi móvil por fin en mi oreja.
-          Sé que es pronto pero Liam me ha llamado diciendo que quedemos a desayunar y que si querías venir, estará el rubio –dijo mi amiga riendo.
-          Eres idiota –contesté levantándome de la cama.- En media hora estoy en tu casa –escuché una risilla antes de colgar el teléfono.
Me vestí rápidamente y me peiné para salir de casa hacia la suya. Iba a quedar con mis ídolos, increíble. Melisa me esperaba en su portal. Me dedicó una sonrisa y se acercó a mí para dirigirnos al bar dónde habíamos quedado.
-          Oye, ayer me dejaste algo sorprendida, conoces a Liam Payne –dije.
-          Sí –se rió- ni sabía que era alguien famoso.
-          Y a Harry Styles también.
-          ¿Qué? A él no le conozco –dijo.
-          Ya claro. ¿Me vas a explicar de qué le conoces y a qué vino esa escena de anoche?
-          No le conozco y esa escena vino a que es el típico niño rico creído.
-          Espera, si mal no recuerdo, tú eras así apenas un año atrás.
-          Ya, pero ahora no aguanto ese tipo de gente y además, no era exactamente así –se defendió.
-          Hipócrita –susurré y ella me pegó en el brazo.
-          Pero me quieres –dijo riendo.
-          Mentira, quiero tu dinero –se rió más fuerte.
-          Te lo doy todo –sonreí y la empujé un poco, cariñosamente.
Llegamos al restaurante y una camarera muy simpática nos acompañó a la mesa en la que los chicos estaban. Acomodé un poco mi pelo viendo como Melisa revoleaba los ojos. Ella entró primera y saludó a Niall con un par de besos para después abrazar a Liam y sentarse a su lado dejándome a mí el sitio más próximo a Niall. Les saludé y me senté junto a él.
-          No pensé que te vería tan pronto –sonrió haciendo que mi mirada se dirigiese a su boca. Rectifiqué en un segundo.
-          Tenía un rato antes de entrar a trabajar –expliqué.
Un móvil comenzó a sonar distrayendo mi atención. Era el de Niall.
-          Dime –contestó él después de mirar la pantalla. Cambié la dirección de mi mirada intentando no parecer cotilla.
-          Pero entonces ¿cómo lo vas a hacer? –preguntaba Liam a Mel riendo.
-          No me agobies Liam, entro en medio mes a la universidad, me dará tiempo –contestó ella sin evitar una sonrisa.
-          Bueno, tú verás, yo no te podré ayudar, en tres días nos vamos de gira por Europa y no volvemos en dos meses.
-          ¿Dos meses? –preguntó ella algo alterada. Dirigí mi mirada a Niall que acababa de colgar.
Retiró rápidamente su mirada de encima de mí y una sonrisa se escapó de mis labios.
-          Acaba de llamar Louis –dijo a Liam haciéndoles mirarle.
-          ¿Qué pasa? Hasta dentro de un par de horas no empezamos los ensayos ¿no? –dijo mirando su reloj.
-          Sí, sólo quería saber dónde estamos para venir.
-          Pero ¿él no estaba con Eleanor? –preguntó. Se encogió de hombros.
Dirigí mi mirada a Melisa, miraba la mesa concentrada, no quería saber en lo que estaba pensando, a veces me asustaba.
-          Bueno y ¿en qué trabajas? –me preguntó Niall llamando mi atención. Volví mi mirada a aquellos ojos azules.
-          Sólo vendo ropa en una pequeña tienda para sacar algo de dinero, ya sabes, para el alquiler y demás –contesté poniendo no muy buena cara.
-          ¿Ella trabaja contigo? –dijo mirando a Mel.
-          No, a ella la sobra el dinero, podría comprar la tienda en la que trabajo y aumentarme el suelo –dije divertida.
-          O despedirte –me miró mal, no la gustaba el tema dinero. Me reí y volví mi mirada a Niall quien la miraba algo confuso pero con una preciosa sonrisa en su cara.- Por cierto, Angie, ¿no entrabas a las nueve?
-          Sí, ¿qué hora es? –pregunté asustada.
-          Las ocho y media –se rió ella haciendo que ahora yo fuese quien la mirase asesinamente.
-          No te rías guarra –la dije casi susurrando pero todos se empezaron a reír.
-          No vas a llegar –dijo sonriendo.
-          No te preocupes, yo te acerco –dijo Niall levantándose de la mesa.
-          ¿De veras? No quiero ser molestia, puedo coger un taxi –dije, aunque claro que prefería que él me llevase.
-          ¿Con qué dinero? –se volvió a reír Melisa haciendo que yo la acompañase.
Los chicos se miraron mostrándose su confusión ante nuestras bromas pero a la vez sonriendo.
-          Venga anda, que al final no llegas –dijo Niall saliendo ya de la sala.
Le seguí despidiéndome de Melisa y Liam en la puerta.
-          Ay dios –dije al salir viendo como un par de fans comenzaban a sacar fotos.
-          Tranquila –dijo él divertido- no te van a hacer nada.
-          Esto es extraño, normalmente yo vería estas fotos –se rió y entramos en su coche.
-          ¿Dónde es? –preguntó. Le di la calle y nos dirigimos hacia allá.
Esto era totalmente irreal. Paró en frente de la tienda y salí del coche. Él me imitó mirando la hora en su móvil.
-          Y aún te sobran veinte minutos –dijo sonriente.
-          Gracias Niall.
-          No me agradezcas –dijo.- ¿Me vas a invitar a entrar a ver la ropa? –Yo me reí.
-          No creo que te guste esa ropa.
-          Bueno, quién sabe.
-          Está bien –dije abriendo el cerrojo.
Entramos y comenzó a reír cuando vio que era una tienda de ropa premamá. Entré en el almacén un segundo a conectar el aire acondicionado y volví a la tienda. Me senté en una silla y él en la contigua.
-          ¿Sabes? Leí tu carta –dijo sonriente.
-          Ay dios –susurré mientras mis mejillas tomaban un intenso color.
-          ¿Qué pasa? Tú la escribiste –dijo divertido.
-          Sí, pero no pensaba que la fueseis a leer y mucho menos que meses después volvería a veros –dije algo nerviosa.
-          ¿Sabes? es gratificante saber que haces feliz a alguien con solo sonreír, espero sentirlo algún día por alguien –dijo mirándome fijo a los ojos. Creí que mi corazón se saldría del pecho. Mi sonrisa se engrandeció y él deslizó su mirada hacia ella haciéndome sentir algo incómoda. Luego subió su mirada a la mía inundándome en su intenso color azul de sus ojos.
El sonido de un móvil volvió a devolverme a la realidad. Era el mío. Mire la pantalla: David. Mi novio.





- - - - - - - - - - -  - - - - - - -  - - - - - - - - - - - - - - - - - - 

Gracias por leer preciosidades <3